domingo, 16 de marzo de 2014

CUATRO NOVELISTAS FRANCESAS TERRIBLES

Por Eduardo García Aguilar
En su novela "Rendez vous" (2009), Christine Angot, una de las novelistas más exitosas y elogiadas por la critica parisina, lleva a extremos la gran neurosis que la caracteriza y la hizo famosa con su primer libro, "Incesto", donde relata con detalle su larga relación amorosa de diez años, desde los 14 a los 24, con su progenitor, un, para ella, burgués cínico que la traumatizó para siempre y la llevó a una vida marcada por el psicoanálisis y las relaciones sexuales y amorosas complicadas con hombres casados.
Cada libro de Angot es un verdadero escándalo, pues cuenta con lujo de detalles y con nombre propio las aventuras amorosas vividas durante su temporada de silencio literario. Mujer delgada, ágil, de cabello corto, que viste de manera moderna con jeans carísimos que se amoldan a su cuerpo, y zapatos deportivos futuristas de altas marcas, Angot goza con toda lucidez de su fama y el aura de perverso erotismo que la cubre con un halo de atracción. Con gusto establece relaciones sexuales con lectores y lectoras que la admiran y cuyos detalles luego cuenta en la novela de turno.
Su literatura hace parte de una corriente mundial establecida por el negocio editorial multinacional y que consiste en escribir novelas autobiográficas de escándalo con mucho contenido sexual, donde se despotrica y se hace la perorata soez e incesante contra el mundo y la sociedad para solaz de los espectadores del circo: lesbianas aquí, homosexuales allí, pedófilos acullá, sadomasoquistas en la esquina, asesinos, sicarios, curas, esposas, nobles, proletarios, políticos, narcos, son los protagonistas de estas obras de éxito comercial que tienen un público preciso y rentable.
Después de contar los detalles de su largo incesto, las novelas de Angot relatan su historias con parejas de diverso tipo: banqueros, aristócratas, actores, músicos, escritores, algunos fracasados, otros exitosos, extendiéndose al relato y burla de la vida miserable de las respectivas esposas de los mismos, algunas de las cuales, indignadas, la han demandado por revelar secretos íntimos. Los juicios en el Palacio de Justicia de París, transmitidos por televisión, aumentan las ventas para alegría de Flammarion, Gallimard, Stock y otras editoriales.
Como Virginie Despentes y Marcela Iacub, entre otras novelistas francesas de su generación, nacidas alrededor de los 60 en la clase media, y por lo regular en conflicto con sus madres o abandonadas desde temprano por su padres, sufridas en la adolescencia, estas autoras se han hecho famosas y ricas con sus libros autobiográficos.
Virginie Despentes es autora de un famoso libro, "Cógeme", elogiado por la crítica y llevado al cine en una película que estuvo a punto de ser prohibida. De joven fue violada y se prostituyó durante varios años antes de emprender una carrera literaria donde cuenta el profundo desprecio que siente por los hombres. En su famosa novela "Cógeme", la autora de estilo "trash", siempre vestida de jeans deslavados, tenis y sensuales camisetas, las dos chicas protagonistas matan de manera atroz a todos los hombres con quienes se acuestan.
Despentes residió un tiempo en el barrio popular de Belleville, y después de años de errancia y pobreza se ha convertido ahora en un ícono exitoso al lado del terrible Michel Houellebecq, galardonado hace unos años con el premio Goncourt y considerado por la crítica el más grande escritor vivo de Francia. Autora de "Teoría King Kong" y otros libros celebrados, Despentes terminó por adherir definitivamente al lesbianismo, que relata en cada una de sus esperadas obras, siempre llenas de detalles de su vida personal y hoy es una militante aguerrida.
Marcela Iacub, articulista de origen argentino muy leída del diario Libération, persiguió y sedujo al exministro Dominique Strauss-Khan después de su caída en desgracia por un affaire con una mucama en Nueva York, hasta hacerlo su amante, con el objetivo específico de escribir una novela de éxito contando el asunto, lo que escandalizó en su momento y llevó al decepcionado amante a demandarla por violación de la privacidad. En esa novela describe al exdirector del Fondo Monetario Internacional como un burgués viejo y gordo al que compara con un cerdo desaforado de sexo, pero elogia su vigor erótico y reconoce que se enamoró de él.
Este género autobiográfico fue inaugurado por la sulfurosa crítica de arte Catherine Millet con su libro "La vida sexual de Catherine M.", donde relata sus aventuras vividas, según ella, con miles de amantes en los años 60 y 70, en una actividad desbordada sobre autos, en sótanos, ascensores, oficinas, callejones, apartamentos, bosques, y mil lugares más. Millet sería así la madre putativa de las tres heroínas actuales de la novela sexual autobiográfica que domina el panorama literario francés actual.
Confieso que me encanta leerlas a todas y disfruté el libro de la mayor de todas, Catherine Millet, por su lucidez y gran prosa. Despentes, Angot y Iacub, cada una a su manera, son frutos de esta era en la que vivimos todos desnudándonos en la red y donde el viejo amor cortés o el amor convencional del siglo XIX se han hecho añicos al menos en Occidente. Vivimos ya dentro de una narrativa interactiva y ombliguista mundial donde ninguna retórica o adorno es admisible.
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* Publicado en La Patria, Manizales, 16 de marzo de 2014.


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